La verdad de la Navidad
Ahora que
definitivamente se han terminado las navidades (lo doy por hecho ya que no hay
ninguna luz prendida por las calles cuando llega la noche) me he dado cuenta de
lo que realmente supone esta fiesta.
Lejos de
celebrar lo que supuestamente ocurrió en esta fecha, que es la llegada del niño
Jesús al mundo, la Navidad simplemente es el periodo con mayor beneficio
económico en el mundo.
Constantemente
nos caen lluvias de anuncios publicitarios vendiéndonos cosas para que nos
parezcan buena idea y lo escojamos a la hora de regalar a nuestros seres
queridos.
Y es en lo
que se ha convertido, en un simple intercambio de cosas materiales que al fin y
al cabo no tienen valor. Pasamos de convivir alegremente con nuestra familia a
preocuparnos por qué regalar, qué me regalarán o por espero que me regalen
algo.
Cada vez los
niños se vuelven más consumistas, esa magia de Papá Noel o los Reyes Magos
desaparece más.
Aunque
bueno, Papá Noel (lo que nosotros conocemos como Papá Noel) es simplemente una
invención de la marca ‘Coca-Cola’. Ellos fueron quienes le dieron la imagen que
todos tenemos presentes: un hombre de avanzada edad, algo gordito y con una
larga barba blanca. Ah, y vestido de rojo.
Por lo
tanto, ¿cómo no voy a pensar que la navidad no es más que la compra de las
personas?
Con esto no
quiero decir que yo no forme parte de esto, soy la primera en querer recibir
regalos. Pero, ¿no debería cambiar?
Deberíamos
dejar de lado todas las preocupaciones materiales y centrarnos en convivir con
nuestra familia, pasar buenos ratos, ya que al fin y al cabo es con los
recuerdos con lo que nos quedamos.
Simple pero
parece que fuera de nuestro alcance. En la lucha contra el control de la
sociedad cada vez parece una victoria menos posible.
Por lo que
aquí lanzo mi primera pregunta para las navidades de este año 2018: ¿Te importa
lo que tienes entre las manos? ¿O lo que realmente te importa es la persona que
hay detrás de ese regalo?
Correcta entrada.
ResponderEliminarSaludos