Lilith, la primera mujer
Al inicio del segundo tema hablamos sobre la creación del
hombre y la mujer a partir de las creencias religiosas.
Yo, como creyente que soy, conocía la historia de Adán y
Eva; cómo Eva fue creada a partir de la costilla de Adán y que este fue creado
a semejanza de Dios. Pero nunca antes había oído hablar sobre Lilith, la mujer
anterior a Eva. Por eso hice una búsqueda para saber algo más sobre ella.
En el primer capítulo de Génesis se dice: «Creó, pues, Dios
al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Esto
se puede interpretar como que antes de Eva hubo otra mujer. Esa mujer era
Lilith.
Lilith y Adán nunca tuvieron una relación armoniosa, nunca
estaban en paz. A la hora de tener relaciones sexuales Adán quería acostarse sobre ella, cosa que a
Lilith no le gustaba nada ya que decía: “¿Por qué he de recostarme debajo de ti?
Yo también fui hecha de polvo y, por
consiguiente, soy tu igual”.
Cansada de la insistencia de Adán, le pidió a Dios unas alas
para alejarse de él y decidió abandonar el Paraíso. Se asentó en la costa del
mar Rojo, región caracterizada por la presencia de demonios lo cuales acepta
como amantes y engendra miles de nuevas criaturas llamadas lilims (criaturas
demoniacas).
Dios la manda volver al Edén, pero ella se niega. Su castigo
por esta negación es el asesinato de un centenar de sus hijos por día.
Ella, desbocada de dolor, promete la venganza. Mataría a los
hijos de Adán a los ocho días de nacer (en el caso de los niños) y a los veinte
días (en el caso de las niñas), e incluso si fuese necesario atacaría a sus
madres. Además de eso, robaría el semen de los hombres para crear nuevos
demonios.
En la Biblia hay una única mención a Lilith que aparece en
Isaías: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro;
también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso».
Es representada como una mujer bellísima pero, a su vez,
como un demonio. Se le conoce por el robo de niños de sus cunas a media noche.
También es considerada como un espíritu libre, que no se deja manejar por nadie
y hace lo que realmente quiere.
Desde mi punto de vista, Lilith puede ser un gran símbolo
del feminismo. La mujer es libre y tiene los mismos derechos que los hombres,
ya que ambos fueron creados de misma manera.
Correcta entrada. Creo que se le podría sacar más jugo a la historia... pero bien.
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